Por Manuel Ponce de León
¿Sabía usted que mientras las 17 juntas auxiliares de la capital poblana sufren la falta de servicios, marginación, pobreza, agua, drenaje, alumbrado y seguridad, el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez gasta la mitad del presupuesto del ayuntamiento en imagen y promoción personal?
Esto parece ser una costumbre de las administraciones panistas, así lo vimos con el difunto ex gobernador Rafael Moreno Valle, durante seis años en cada inauguración y evento movilizó a personal de logística, giras, seguridad, policía, tránsito, bomberos protección civil, funcionarios y líderes, sumando entre 50 y 100 personas para que no existiera ningún contratiempo; sobra decir que cada uno de estos, se le pagaba un sueldo, sume usted los vehículos, las patrullas, ambulancia, maquinaria, combustible y personal, que le digo de las banderitas, cascos, chalecos, bocinas, micrófono y del bonito pull de prensa que nunca falta a las inauguraciones, puestas en marchas, primera piedra, etc; que antes de ser trasladados en vehículos del ayuntamiento, previamente recibe su lunch.
Esta práctica, ahora que regresó al Ayuntamiento de Puebla, Rivera Pérez la repite con singular alegría, pero con menos tacto, sobre todo por la situación económica que vive el país, el derroche es terrible, ofensivo y brutal.
El año pasado, el presidente de la mesa directiva del Senado, Alejandro Armenta señaló, basado en un estudio, que el presupuesto del Ayuntamiento de Puebla era de más de 5 mil millones de pesos y que de este, la mitad se utiliza para gastos de representación, es decir, la promoción personal y de imagen de Eduardo Rivera Pérez, y como todo parece indicar, el despilfarro seguirá este 2023 ya que el alcalde quiere ser candidato al gobierno de Puebla.
Cómo usted sabe, Rivera Pérez no se conformó, rogó y suplicó al gobierno de Puebla le ayudarán con el Impuesto de alumbrado público para tener más presupuesto, mismo que finalmente consiguió, a la par impuso el uso de parquímetros virtuales, sin invertir en infraestructura, privatizó las calles del centro histórico, (aunque dicen va por la capital completa) con lo cual se ha hecho de recursos adicionales que dice invertirá en imagen urbana.
A finales de 2022 dio un golpe más a nuestros bolsillos con la imposición de inmovilizadores vehiculares (arañas) que serán puestas aquellos vehículos que les falte una placa o se pasen del tiempo establecido en los parquímetros, lo que genera multas en miles de pesos para los ciudadanos, recaudación, impuestos y más recaudación a costa de los poblanos que ven cómo este dinero se gasta de manera descarada en promoción e imagen del alcalde.
En contraste, si usted necesita.algún servicio, obra o ayuda del ayuntamiento no sueñe usted, no se le ocurra pedir una luminaria para su calle, que le tapen un bache, no solicite le den mantenimiento al parque cercano a su casa, una alarma vecinal, una patrulla para vigilar su colonia, no llame al 911 para denunciar un delito porque nadie le contesta, no pida mejoren la imagen de su barrio, que amplíen la cobertura de agua y drenaje porque eso no le corresponde al ayuntamiento, que le limpien las barrancas para evitar inundaciones, que desazolven los drenajes de su colonia, que le pinten una barda, sus banquetas y guarniciones porque para eso no hay dinero, además de que tiene que hacer la gestión con su líder de colonia porque si lo pide solo para usted no se lo darán.
Está situación se puede verificar de manera muy sencilla, solo hay que analizar las partidas del gasto del ayuntamiento de Puebla para este año y comprobar que nuevamente las juntas auxiliares recibirán mijagas de un presupuesto de más de 6 mil millones de pesos, más lo que se se recaude por el DAP, parquímetros, arañas y multas, sin contar los ingresos por el ambulantaje, giros negros y otros.
Habrá que resignarnos a la idea que de manera indirecta o directa nos toca poner de nuestra lana para los proyectos futuros de Eduardo Rivera, nos guste o no; y es que a los poblanos de la capital nos salió más caro el caldo que las albóndigas, incluso algunos extrañamos a Claudia Rivera que aunque no hizo mucho, tampoco nos exprimió, y conste que fueron tiempos de pandemia.
Así que cada vez que vea a Eduardo Rivera Pérez agitando una banderita en televisión y redes sociales, con un casco y chaleco y rodeado de aduladores, periodistas, porras y aplausos, recuerde que está gastando su dinero y que paga los sueldos de todos los ahí presentes, mientras las colonias, barrios y juntas auxiliares de la capital sufren de marginación y pobreza.
¿Usted quiere un gobernador asi?
Al tiempo.
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