La Policía Federal de Brasil acusó al expresidente Jair Bolsonaro y a otras 11 personas por la presunta venta indebida de joyas que Arabia Saudita regaló al Gobierno brasileño durante la administración del exmandatario, informaron este jueves la estatal Agencia Brasil y CNN Brasil, afiliada de CNN.
La corporación policial entregó su acusación y un informe parcial al Supremo Tribunal Federal, donde el ministro Alexandre de Moraes, quien fungirá como relator del caso, deberá revisarlo y enviarlo a la Fiscalía, detalló Agencia Brasil.
Bolsonaro y otras 11 personas son acusadas de asociación delictuosa, lavado de dinero y apropiación de bienes públicos, reportó CNN Brasil.
Esta investigación comenzó luego de que la Policía Federal obtuvo indicios de que las joyas regaladas al Gobierno por Arabia Saudita fueron sacadas del país en una maleta transportada en el avión presidencial para ser vendidas en el extranjero.
La situación habría sido una violación a las reglas del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), según las cuales los regalos de otros gobiernos deben entregarse a la Oficina Adjunta de Documentación Histórica de la Presidencia y no pasan a formar parte de los bienes de los mandatarios, indicó Agencia Brasil.
CNN intenta contactar a la Policía para obtener más información, así como al expresidente Bolsonaro y a sus abogados para pedir comentarios. Hasta el momento, esperamos respuesta.
El senador Flavio Bolsonaro, hijo del expresidente, dijo en su cuenta de X, antes Twitter, que su padre es blanco de una “persecución”.
“¡La persecución a Bolsonaro es declarada y descarada! Alguien recibe un regalo, un comité de servidores públicos decide que es suyo. El TCU cuestiona y el regalo es devuelto a la Unión. ¡No hay daño al erario! Luego, la Policía Federal, cuidadosamente seleccionado para la misión, acusa a la persona”, señaló.
El abogado del exmandatario, Fabio Wajngarteb, quien es uno de los 11 acusados, también rechazó los señalamientos a través de un mensaje en su cuenta de X, donde dijo que no hay pruebas en su contra. “Mi consejo jurídico (al presidente Bolsonaro) fue devolver los obsequios que había recibido al Tribunal de Cuentas de la Unión y mi sugerencia fue aceptada”, escribió.
“Por lo tanto, la iniciativa de la Policía Federal de solicitar mi procesamiento en el caso de los obsequios recibidos por el expresidente es arbitraria, injusta y persecutoria. Es una violencia indescriptible y un ataque a mi derecho al trabajo”.
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