Joe Biden firmó el martes una orden ejecutiva que cerrará temporalmente la frontera entre Estados Unidos y México a los solicitantes de asilo que intentan cruzar fuera de los puertos de entrada legales, cuando se supere un umbral diario de cruces.
La orden entrará en vigor inmediatamente, dijeron altos funcionarios de la administración en una rueda de prensa. Los solicitantes de asilo tendrán una norma mucho más rigurosa para establecer un temor creíble de regresar a su país de origen, aunque algunos grupos, incluidas las víctimas de la trata y los niños no acompañados, quedarían excluidos de la prohibición.
Al pronunciar comentarios en la Casa Blanca junto a alcaldes de ciudades fronterizas, Biden dijo que los republicanos del Congreso lo habían dejado con "no otra opción", pero para tomar medidas unilaterales después de bloquear un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza a principios de este año.
Así que hoy, estoy pasando por la obstrucción republicana y usando la autoridad ejecutiva que está disponible para hacer lo que pueda por mi cuenta para dirigirme a la frontera, dijo Biden. No hacer nada no es una opción. Tenemos que actuar.
La medida se produce en medio de una creciente preocupación pública por el número de migrantes que cruzan a los EE.UU., con encuestas que muestran a una mayoría de estadounidenses insatisfechos con el manejo de la frontera por el presidente. La Casa Blanca ha estado bajo una inmensa presión de los republicanos y algunos demócratas para reducir el número de migrantes que llegan a la frontera sur.
Bajo la orden ejecutiva, la administración cerraría las solicitudes de asilo a la frontera entre Estados Unidos y México una vez que el número de encuentros diarios llegue a 2.500 entre los puertos legales de entrada. La frontera se reabriría una vez que el número de cruces se abalete a 1.500.
No se espera que la orden obstacute a otras actividades fronterizas, como el comercio o el tráfico.
La orden se basa en el mismo marco legal adoptado por Donald Trump para restringir los cruces ilegales en 2018, pero fue bloqueada por un tribunal federal. En ese momento, los demócratas asaltaron las políticas fronterizas de Trump como draconianas y arraigadas en la xenofobia. El anuncio desencadenó amenazas inmediatas de desafíos legales, ya que la Unión Estadounidense de Libertades Civiles dijo que demandaría a la administración por la nueva política.
Tenemos la intención de impugnar esta orden en la corte. Fue ilegal cuando Trump lo hizo, y no es menos ilegal ahora, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
Muchos legisladores progresistas e hispanos expresaron su alarma por el barrido de la orden, el movimiento fronterizo más agresivo tomado por la administración hasta ahora.
El Senador Alex Padilla, presidente demócrata del subcomité judicial del Senado sobre inmigración, ciudadanía y seguridad fronteriza, dijo en un comunicado: "Revivir la prohibición de asilo de Trump", el presidente Biden ha socavado los valores estadounidenses y ha abandonado las obligaciones de nuestra nación de proporcionar a las personas que huyen de la persecución, la violencia y el autoritarismo la oportunidad de buscar refugio en los Estados Unidos.
Pero Biden y sus asesores rechazaron ferozmente las comparaciones entre la nueva orden y las severas políticas de inmigración promulgadas durante la presidencia de Trump.
Creo que la inmigración siempre ha sido la sangre vital de Estados Unidos. Nos renovamos constantemente una infusión de personas y nuevos talentos, dijo Biden. La Estatua de la Libertad no es una reliquia de la historia estadounidense. Representa quiénes somos como Estados Unidos. Nunca satanizaré a los inmigrantes. Nunca me referiré a los inmigrantes como un envenenamiento de la sangre de un país. Además, nunca separaré a los niños de sus familias en la frontera.
Aunque la política desató intensas críticas entre muchos progresistas, varios demócratas centristas corrió a la defensa de Biden. Los líderes de la Coalición Cristista New Demócrata dijeron que estaban animados por la orden de Biden, aunque enfatizaban la necesidad de que el Congreso tomo medidas adicionales.
Con el anuncio de hoy, el presidente Biden está tomando medidas decisivas y de sentido común para restablecer el orden en la frontera sur en un momento en que los republicanos del Congreso siguen utilitándolo como un fútbol político, dijeron los líderes.
La inmigración y la política fronteriza están en el corazón del mensaje de campaña de los republicanos de 2024, con Trump golpeando a Biden como "deak", y prometiendo desencadenar la mayor deportación masiva de migrantes indocumentados en la historia de Estados Unidos si gana la reelección en noviembre.
La campaña de Trump rápidamente sopesó la noticia de la orden, descartando la política por considerarla insuficiente. Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la campaña de Trump, dijo en un comunicado: Si Joe Biden realmente quería cerrar la frontera, podría hacerlo con un toque de la misma pluma, pero nunca lo hará porque está controlado por demócratas de izquierda radical que buscan destruir a Estados Unidos.
La acción llega meses después de que los republicanos del Senado, a instancias de Trump, votaran en contra de un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza. Trump, receloso de entregarle a Biden una victoria política en su tema de firmas, había anunciado su oposición al proyecto de ley y animó a los republicanos a bloquear su avance.
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El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, celebró el mes pasado otra votación sobre el paquete fronterizo, que incluía medidas que los republicanos han estado demandando, incluyendo una represión de largo alcance sobre el número de migrantes autorizados a pedir asilo. La medida fracasó, como se esperaba, pero Schumer esperaba subrayar la resistencia republicana al acuerdo que ayudaron a negociar.
Biden dejó claro el martes que no ve el nuevo orden como un reemplazo para la acción del Congreso, y volvió a llamar a los republicanos a trabajar con los demócratas para mejorar el sistema migratorio estadounidense.
Francamente, hubiera preferido abordar este tema a través de la legislación bipartidista, dijo Biden. Solucionemos el problema y dejamos de pelear al respecto. Estoy haciendo mi parte. Estamos haciendo nuestra parte. Los republicanos del Congreso deberían hacer su parte.
Este artículo fue enmendado el 4 de junio de 2024 para mostrar que la orden ejecutiva de Bidens limitará el número de solicitantes de asilo que cruzan la frontera, no para impedir que todos ellos la crucen.
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