España, Irlanda y Noruega anunciaron este miércoles su intención de reconocer la existencia del Estado palestino, una decisión histórica que ha provocado la condena de Israel y el júbilo del pueblo palestino.
"Los palestinos tienen un derecho fundamental e independiente a tener su propio Estado. Tanto israelíes como palestinos tienen derecho a vivir en paz en Estados separados", aseguró el miércoles en una conferencia de prensa el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.
"No puede haber paz en Medio Oriente sin una solución de dos Estados", agregó.
Por su parte, Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, dijo en un discurso ante el Parlamento que hay tres motivos para fundamentar su decisión: "Paz, justicia y coherencia".
Tras los anuncios, el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino, con sede en Cisjordania, expresó su satisfacción. "Con este importante paso, España, Noruega e Irlanda han demostrado una vez más su compromiso inquebrantable con la solución de dos Estados y con la entrega de la justicia largamente esperada al pueblo palestino", dijo en un comunicado.
Hamás respondió al anuncio atribuyendo la medida a la "valiente resistencia" del pueblo palestino.
"Estos reconocimientos sucesivos son el resultado directo de esta valiente resistencia y de la legendaria firmeza del pueblo palestino", afirmó a la agencia de noticias AFP Bassem Naim, un alto dirigente de Hamás.
El grupo considera que el reconocimiento de estos tres países europeos podría ser un punto de inflexión en la posición internacional sobre la cuestión palestina.
En Israel, el anuncio de este miércoles causó gran malestar.
El gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, llamó a consultas a sus embajadores en estos tres países europeos, pero además convocará a los diplomáticos de esos países en Israel para darles una "reprimenda" en la que les mostrarán un video en el que se ve cómo varias mujeres soldado israelíes fueron secuestradas el 7 de octubre.
El reconocimiento otorgado por Irlanda, España y Noruega al Estado palestino recaerá sobre la Autoridad Palestina (AP), el gobierno secular que encabeza el partido Fatah, que tiene su sede en Cisjordania y que es reconocido por la comunidad internacional como el representante legítimo de los palestinos.
En 2007, Hamás expulsó a tiros a la AP de Gaza y, desde entonces, los territorios palestinos se encuentran divididos en dos bloques gobernados por fuerzas distintas que no han logrado reconciliarse.
Hamás, de hecho, es considerado como una organización terrorista por la Unión Europea, de la que son miembros Irlanda y España. En cuanto a Noruega, que no es miembro de la UE, ha descrito el ataque de Hamás del 7 de octubre como "un acto terrorista".
De acuerdo con la prensa irlandesa, el gobierno de ese país aumentará el nivel de su representación diplomática en Ramala -donde tiene su sede la AP- al nivel de embajada, mientras que lo mismo ocurrirá con la actual representación palestina en Dublín.
El ministro de Exteriores de Noruega también anunció que convertirá en embajada su actual representación diplomática en Cisjordania.
En el caso de España, su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dijo en una entrevista en la Cadena Ser que seguirán trabajando con las representaciones diplomáticas existentes. En este caso, esas relaciones se canalizan a través del consulado de España en Jerusalén y de una embajada palestina en Madrid.
El reconocimiento de un Estado palestino ha generado controversia en la comunidad internacional durante décadas.
El 15 de noviembre de 1988, la Organización por la Liberación de Palestina (OLP), reconocida internacionalmente como el principal representante de los palestinos, declaró por primera vez la creación del Estado de Palestina.
No definió fronteras, pero nombró a Jerusalén como su capital.
Una minoría de países europeos ya reconoce un Estado palestino. Entre estos se encuentran Hungría, Polonia, Rumania, la República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Suecia, Chipre y Malta.
Pero muchas naciones europeas -y Estados Unidos- dicen que reconocerán un Estado palestino sólo como parte de una solución política a largo plazo al conflicto a través de la conocida como "solución de dos Estados", en la que tanto israelíes como palestinos acuerden tener sus propios Estados con sus propias fronteras.
Irlanda, España y Noruega dicen que lo están haciendo ahora para iniciar un proceso político, pues consideran que para que haya una solución sostenida a la crisis actual hace falta que ambas partes puedan aspirar a algún tipo de horizonte político.
Analistas apuntan que estos tres países también están respondiendo a presiones políticas internas para mostrar más apoyo a los palestinos.
En el pasado, la posición de muchos gobiernos occidentales era que el Estado palestino debería ser un premio para un acuerdo de paz final.
Estados Unidos, entre estos, respalda la llamada solución de dos Estados , pero dice que debería surgir mediante negociaciones directas entre las dos partes.
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